Japón es admirado por los niveles de seguridad que ha logrado. Se registran aproximadamente 1,8 millones de delitos al año de los cuales sólo 7.000 son considerados violentos (homicidios y robos a mano armada). Su policía cuenta con 221.000 agentes (uno por cada 560 ciudadanos).
Hay unas 1250 jefaturas de policía repartidas en todo el Japón. Las comisarías están subdivididas en pequeñas dependencias de policía comunitaria llamadas koban, que son fácilmente reconocibles por su original arquitectura y su farolillo rojo. Los koban son pequeños locales – similares a los ‘police box’ ingleses – con poco más que una mesa, una silla y un teléfono. Están abiertos las 24 horas.
Los puestos de policía a las zonas urbanas se denominan koban y los de las zonas rurales, chuzaisho.
Al policía de los koban se le conoce como policía de barrio o "kovani". Son muy respetados y eficaces por su notable grado de inserción en la comunidad. La eficiencia policial se construye a partil del Kovani quien en su labor cotidiana se mantiene altamente sincronizado con las patrullas motorizadas a las que convoca ante la emergencia de un crimen. Estas patrullas también pueden ser convocadas por el ciudadano mediante el número de emergencia 110. El promedio de tiempo que actualmente tardan en llegar al lugar del hecho es de unos 5 minutos.
La policía japonesa de a pie no tiene permitido llevar armas de fuego y solo llevan una pequeña porra eléctrica. El policía normalmente entabla relaciones cara a cara con el vecindario, visitando hogares y comercios, dialoga, recibe sugerencias y brinda asesoramiento sobre seguridad, lo que les permite proporcionar tranquilidad a los residentes.
Durante su patrulla desempeña varias tareas como la orientación de turistas, recepción de objetos perdidos, ocuparse de individuos bajo la influencia del alcohol o de niños perdidos, interrogar a individuos sospechosos, remitir información del tráfico a la computadora central que controla los semáforos, etc...
Durante sus patrullas, los agentes pueden llegar a distribuir fichas de patrulla en los buzones para informar a los residentes acerca de problemas de seguridad en el área y para recordar que los agentes están patrullando. Entre otras formas de comunicación con los residentes se incluye la publicación de un boletín informativo mensual o bimensual con información acerca de los crímenes o accidentes en el área como consejos en cuanto a su prevención. Las casetas de policía también cuentan con un consejo de enlace compuesto por representantes de la comunidad, que se reúnen varias veces al año con los agentes.
Origen:
El modelo policial de los koban del Japón fue establecido en Tokio con la Restauración Meiji, a finales del siglo XIX y de forma muy rápida se extendió por todo el territorio del país. El sistema de policía de la nación sufrió importantes modificaciones después de la Segunda Guerra Mundial pero los koban y los chuzaisho continúan siendo las unidades básicas operativas de la policía.
El sistema policial de los koban del Japón se basa en el principio de que la seguridad de todo el país depende de la paz y la seguridad públicas de las distintas comunidades, donde los miembros de la policía funcionarán como miembros de la comunidad, que es lo que caracteriza este sistema.
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