Aunque por lo visto, a los gatos les queda mucho mejor el maquillaje, ya que es más fácil para la aplicación reconocer la cabeza felina a través de las coordenadas, que acicalar virtualmente a la de un perro, con muchos más ángulos que complican el proceso de “embellecimiento”.
Aun así sus dueños no desisten y podemos ver por igual a perros y gatos transformados en “preciosidades” y luciendo estilismos de los más coquetos e imposibles.
Las redes japonesas se han llenado de mascotas emperifolladas y hay un auténtico certamen de belleza para decidir quien de todas es la Reina o el Rey del postizo, rimmel y barra de labios.
Fuente: Japón Pop
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