Y es que al parecer el ministro de finanzas de Japón, Taro Aso, ha realizado unas "insólitas", por decirlo de alguna forma, declaraciones sobre los ancianos nipones que en otro país seguro le habrían costado el cargo por su intolerancia y falta de sensibilidad.
Aquí el personajillo en cuestión, Taro Asao |
Después de la indignación que causaron sus declaraciones en la sociedad nipona (no es para menos), Taro Aso salió al paso para pedir perdón y de paso matizar que sólo estaba hablando de su persona. También ha aprovechado la ocasión para remarcar que la personas tienen el derecho de pasar sus últimos días en paz.
Sin embargo, nadie se cree sus excusas, ya que no es la primera vez que este político arremete contra los jubilados japoneses. Con anterioridad criticó que los pensionistas nipones fuesen constantemente al médico y que recibieran cuidados paliativos, algo a lo que él ya ha anunciado que no optará jamás.
Fuente: Abolut Japón
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