Como ya sabíamos, a los japoneses les encanta crear "mascotas kawaii" para todo, por lo que no sorprende demasiado que Japón haya conseguido recientemente la primera cárcel del mundo con su propia mascota: Katakkuri-chan, un cabezudo y risueño guarda de prisiones con el que la cárcel de Asahikawa pretende arrancar una sonrisa a los delincuentes que cumplen condena.
Fuente: Eikyo
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