martes, 21 de octubre de 2014

Friki-Sección: Nakagin Capsule Tower, el edificio de las lavadoras puede ser demolido

El edificio Nakagin Capsule Tower (中銀カプセルタワー) o torre de cápsulas Nakagin es uno de los edificios más icónicos de Tokio, probablemente porque al verlo lo primero que se te viene a la cabeza es que parece una "torre de lavadoras” en pleno centro de la ciudad. Desgraciadamente este curioso edificio, parece que tiene los días contados, aunque eso se dice desde hace tiempo.

El Nakagin Capsule Tower es una torre de viviendas y oficinas diseñada en 1972 por el arquitecto japonés Kurokawa Kisho en el barrio de Shimbashi y ejemplo perfecto de metabolismo japonés, un movimiento arquitectónico del Japón de la década de 1960, que además sirvió de inspiración para el uso práctico y (supuestamente) duradero de la arquitectura en cápsulas.
La idea original de Kurokawa era cambiar las cápsulas cada 20 años (para darle flexibilidad al edificio y su uso) y que estuviera en pie al menos 200 años, pero lo cierto es que desde que se construyera en 1972, ninguna de las cápsulas se ha cambiado y esto ha llevado al edificio a su actual deterioro.

De hecho, actualmente tan sólo 30 cápsulas, de las 144 disponibles, están ocupadas como viviendas, mientras que algunas pocas más son usadas como trasteros o pequeños almacenes de oficinas.
Y es que vivir en un edificio tan vanguardista como el Nakagin Capsule Tower no es fácil. Cada cápsula es una habitación de únicamente 10m² con un pequeño baño (plato de ducha, lavamanos y lavabo) y una doble ventana circular. El alquiler de este pequeño espacio cuesta, además, unos 60.000 yenes (unos 440 €). Estas dos características del edificio -tamaño y precio- son, de hecho, dos de los problemas principales para los que viven en las cápsulas.
Por un lado, el baño no dispone de agua caliente, por lo que para ducharse y asearse uno debe acudir al baño comunitario, que cierra a medianoche.

Por si esto fuese poco la ventana exterior no se puede abrir, lo que hace que sea imposible bajar la temperatura de la cápsula, especialmente en verano y, por lo tanto, que sea imposible vivir ahí sin aire acondicionado. Además hay goteras que no se han arreglado y una necesidad de mantenimiento que no se ha realizado nunca. Vamos que el edificio es una joya... pero una joya mal pulida.

Actualmente, muchos de los que viven en una de las cápsulas del Nakagin Capsule Tower se han deshecho del mueble decorativo y funcional que venía con la habitación, para ganar algo de espacio y decorar la cápsula a su manera. Otros, han mantenido la estructura del muro pero han querido darle un toque más moderno y personal.
Y aunque la habitación tenga baño propio, no deja de ser una habitación de 10 metros cuadrados, muy pequeña para todas las cosas que una persona puede acumular, así que no es de extrañar que en los pasillos del edificio se puedan ver artículos que en realidad deberían estar dentro de las cápsulas, especialmente zapatos (usando el pasillo como genkan).
Dado que el edificio se ha ido deteriorando con los años, en parte porque no se ha cuidado siguiendo las recomendaciones de su arquitecto y en parte por el abandono de los propietarios, actualmente se quiere demoler, según cuentan en Iromegane. Pero dada su importancia arquitectónica, hay varios proyectos para mantenerlo en pie como el Save Nakagin Capsule Tower Project que, a través de una estrategia de crowdfunding, quiere comprar el máximo de cápsulas posibles del edificio y así detener su demolición, para posteriormente trabajar con arquitectos y diseñadores en la elaboración de un plan de rehabilitación.
Cápsula en el Mori Art Museum (imagen de Mori Art Museum)
De hecho, hace unos pocos años, el Mori Art Museum exhibió una de las cápsulas del Nakagin Capsule Tower como parte de su exposición sobre el metabolismo japonés, otorgando gran importancia arquitectónica al edificio.
Fuente: Japonismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario